¿Por qué reaccionas así?

¿Alguna vez te has preguntado por qué reaccionas de la manera que lo haces? Puedes pensar que tu reacción depende de lo que te pasó, pero lo cierto es que nuestras reacciones no responden tanto a los hechos como a la interpretación que hacemos de ellos. Imagínate un escenario en el cual tu pareja no llega a casa a la hora acostumbrada y tampoco responde su teléfono. Antes de seguir leyendo tómate un tiempo para pensar cómo te sentirías en una situación así.

• Si asumes que la tardanza se debe a que tu pareja tuvo un accidente, te sentirás muy preocupado

• Si piensas que tu pareja se fue con sus amigos a pesar de que había quedado en buscarte a determinada hora, y que apagó su teléfono porque se sabe en falta, podrías enojarte mucho

• Sin embargo, si interpretas la demora como una posible consecuencia de su exceso de trabajo y que su teléfono podría estar sin batería, tus emociones no estarían tan alteradas y, posiblemente, optarías por llamar al número de su oficina para preguntarle cómo le va

En los tres escenarios los hechos no cambiaron, pero si cambiaron los pensamientos, lo que influyó en tus emociones.

Por eso, cuando se presente alguna situación y sientas una emoción muy intensa, ten cuidado con tus reacciones. Es mejor tomarse un tiempo para evaluar los pensamientos y confirmar si están en lo correcto, antes de actuar de una forma que pueda tener consecuencias indeseadas.